Educación afectiva

"El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad".
Si la ayuda y la salvación han de llegar solo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad".
La afectividad es la necesidad que tenemos los seres humanos de establecer lazos con otras personas. Una afectividad positiva es la primera garantía de estabilidad emocional y seguridad, tanto en uno mismo como en los demás
que necesitan los niños para su desarrollo.
La educación afectiva contribuye a mejorar la comunicación, el respeto y el entendimiento entre las personas, favoreciendo así las relaciones interpersonales, lo que conlleva una mejor convivencia en el aula y en la comunidad educativa en general.
Puzzles de emociones
¿Y si preparamos un puzzle muy sencillo? Cortando unos platos de cartón desechable por la mitad y decorando cada parte con diferentes caras (algunas con la parte superior, es decir ojos y nariz, y otra con la boca) podemos crear unos puzzles para armar y desarmar caritas que expresen diferentes emociones.
Seguidamente se podrá hablar con los niños y niñas sobre como se sienten en diferentes contextos y vivencias que les pueden generar estados de enfado, tristeza, alegría, amor, llanto, etc. para aprender a reconocerlos y a gestionarlos. Así desde muy temprana edad podrán conseguir poco a poco a autorregular las actitudes que las emociones pueden generarles de una forma natural y controlada. Ello les ayudará a desenvolverse de una forma autónoma socialmente y a evitar o resolver los posibles pequeños conflictos saludablemente.
La imagen es de Pequeocio.

